domingo, 25 de mayo de 2008

¿Cómo coño le has encontrado el pulso a los barrotes?


En serio, pasa de todo en los hospitales. Todas y cada unas de las anécdotas que he contado son verídicas. Y la siguiente como no, también.
Una noche, en una habitación de 4 pacientes... distribuidas dos frente a dos y digamos que tuvimos tres mini historias. Obviamente esa noche pasaron más cosas pero como no, estas por ser concatenadas ya que tienen los mismos protagonistas al principio, su desenlace abarca a otro personaje inesperado y desafortunado. ¡Pero es que nadie es perfecto, por bella que sea su apariencia!

Hacia medianoche, suena un timbre y acudo a la habitación. Ésta dista aproximadamente 50 m del control de enfermería con lo cual, se tardan segundos en llegar y al entrar a mano izquierda había una pareja joven que dormía cogiéndose las manos, al lado una paciente en estado muy grave y su hija velándola. Y en la derecha una anciana que no decía nada y a su lado, otra señora visiblemente agitada que señalando a la pareja de jóvenes me dice:
-Esos dos estaban "haciendo el amor".
Me giro y los veo medio amodorrados y me vuelvo hacia la señora que me miraba con aire enfurecido y repite:
-¡Lo estaban haciendo!
Yo no quería discutir así que me sonreí y le dije:
-Pues se han dado mucha prisa por que en unos segundos desde que llamo usted, han acabado y se han vestido.
Yo aun creía que se trataba de que había tenido una pesadilla. asi que, me giré y me volví al control a leer.
Bastante más tarde vuelven a llamar y la misma señora me dice:
-¡Ese chico quiere matarme! Tiene una pistola en la mesita y la quiere sacar.
Ahí ya me di cuenta de que la señora no estaba demasiado centrada.
Le pregunté a el y me contesta:
-Iba a sacar la cartera para comprarme un refresco y esta señora se ha puesto a decir esas tonterías.
La mandé a dormir y volví al control.
Al rato me llaman de nuevo de la habitación.
Pensé que era la misma paciente con una nueva queja imaginaria , pero no, esta vez era la hija de la paciente que estaba en agonía. Era evidente que había fallecido.
Llamamos a la médico de guardia y subió una espectacular rubia impresionante. No la había visto antes y créanme, parecía una top model incluso con uniforme.
Se coloca a los pies de la cama, que era de las antiguas, de hierro o latón, con barrotes y nosotros a cada lado de la misma y la médico apoyándose en los barrotes de los pies de la cama sentencia:
- ¡Esta paciente esta viva, tiene pulso!
Yo que tenía enfrente a mi compañera, levanté la vista y vi la misma cara de perplejidad y girándome hacia la médico le dije:
¿Cómo coño le has encontrado pulso a los barrotes?
Y viniendo por detrás la anciana agitada y nerviosa, cogió a la hija de la difunta por los hombros y zarandeándola y siseando le dice:
-¡Tu madre essssta muertaaaaa!
Y yo respondí:
-¡Coño una que has acertado por fin!
Vivir para ver o morir... para que te encuentren viva...
Saludos
MacDubh

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