La Basílica de Saint-Nazaire y Saint-Celse (Basilique Saint-Nazaire et Saint-Celse), conocida anteriormente como Catedral de Saint-Nazaire y Saint-Celse (Cathédrale Saint-Nazaire et Saint-Celse) es una basílica menor y monumento nacional de Francia. Fue la catedral de Carcasona hasta 1801, cuando fue reemplazada por la Catedral de Saint-Michel.
La primera iglesia, edificada en el siglo VI, ha desaparecido totalmente. Las primeras alusiones escritas sobre la actual basílica datan del año 925, cuando el obispo Gimer traslada la sede episcopal al lugar elevándola al rango de catedral. El papa Urbano II, en junio de 1096, se hospedó en Carcasona en su regreso desde Auvernia en predicación por la cruzada, bendiciendo los materiales que se iban a utilizar para realizar el nuevo edificio. Una comunidad de canónigos vivía en edificaciones adyacentes a la catedral con una sala capitular, un dormitorio, el reflectorio, las cocinas, bodegas y establos. Pero el conjunto de los edificios se demolió en 1792, al igual que el claustro. Sant-Nazaire mantuvo el estatus de catedral hasta el año 1801 en que monseñor de la Porte, obispo de Saint-Nazaire, traslada la sede episcopal a la iglesia situada en la «ciudad baja» de la localidad. A finales del siglo XIX, en 1898, Saint-Nazaire fue erigida basílica menor por el papa León XIII.
Las renovaciones de Eugène Viollet-le-Duc realizadas en la Cité transformaron ampliamente el exterior de la basílica, pero en el interior es más notable. Los dos estilos, románico (siglos XI, XII) y gótico (siglos XIII, XIV), se superponen sobre las vidrieras, las esculturas y los decorados de la iglesia.
En la basílica se encuentran un órgano, del que se encuentran referencias que ya existía en 1637, considerado de los más antiguos del Midi francés. Ha sufrido diversas restauraciones y solo se pueden ejecutar piezas clásicas en él. Se encuentra así mismo la denominada Pierre du siège (piedra del asedio), una representación esculpida en una losa de piedra del sitio de Toulouse en el siglo XIII durante la cruzada albigense y la lápida sepulcral atribuida a la tumba de Simón de Montfort, jefe de la cruzada albigense y posterior vizconde de Carcasona y Bésiers, inhumado en la basílica inicialmente aunque fueron trasladados sus restos a Toulouse.
La primera muralla, construida sobre el promontorio rocoso durante el periodo galorromano, permitía dominar el curso del río Aude y su valle. Tenía un perímetro de 1.070 m y protegía una ciudad de siete hectáreas.La base o fundamentos de esta construcción es visible desde las lizas: fue construida con grandes bloques de piedra y mortero duro, formando un muro de un espesor de 2 a 3 metros, el resto está formada por morrillos regulares e hileras de ladrillos.
Existen aún 17 torres galorromanas, más o menos alteradas y reformadas posteriormente, de las treinta originales del recinto, con alturas que varían de los 11,65 m a 13,70 m y cubiertas por tejas planas.Todas ellas tenían forma de herradura de caballo en la parte externa del recinto y plana en el interior, excepto la torre Pinte, de estructura únicamente rectangular. La parte inferior de las torres, cuyo diámetro es de entre 4,50 y 7 metros, es especialmente sólida debido al cuidadoso trabajo de albañilería. Los niveles superiores poseen grandes aspilleras adaptadas al uso de armas de tiro, con una determinada inclinación que garantizaba a la vez la defensa interior y la protección exterior ante tan amplias aberturas.
Construcciones y reformas en la Edad Media
A partir del siglo XIII, los reyes de Francia ordenaron la construcción de un segundo recinto exterior en torno a la Cité, de una altura entre 10 y 12 m, rodeado por un foso excepto en los lugares donde la pendiente del promontorio ya actúa como defensa natural. En este caso las torres se construyeron con forma redonda, en su mayoría con menos altura que las predecesoras galorromanas y sin techo para evitar refugio a asaltadores que las pudieran conquistar y así quedando al descubierto de los tiros de los defensores, desde muralla interior más elevada. Entre ambas murallas se dejó un espacio de separación considerable, las lizas, allanando el terreno con pendiente; la nivelación supuso rebajarlo dejando zonas con parte de los cimientos de la muralla exterior galorromana al descubierto, con las consecuentes obras llevadas a cabo sobre ellos como consolidación.
Bajo los mandatos de Felipe III el Atrevido y Felipe el Hermoso se construyen elementos que resaltan por sus grandes dimensiones y altura, además del empleo de la piedra en almohadilla, la puerta de Narbona, la de Saint-Nazaire y la torre del Tesoro.
Otros elementos son incorporados o construidos durante la Edad Media, como la forma en la base de las torres, más amplia en su diámetro que el resto de la estructura, a fin de que los proyectiles lanzados desde el exterior reboten volviéndose contra los atacantes. También en las murallas se construyen cadalsos, es decir, estructuras de madera suspendidas sobre el vacío a modo de refugio a la vez que de aumento de precisión del campo de tiro de los ballesteros, o diversas garitas aprovechando salientes en los muros de las murallas.
4 comentarios:
Preciosas fotos. Estar allí debió ser una maravilla.
Carcasona es una maravilla y se ha conservado bastante bien. Tengo que hacer un viaje por el sur de Francia...
Ejem te sirvo de guía desinteresadamente? jajajaja
Mac, por supuesto, sería un placer. A ver si un año de estos...
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