jueves, 12 de febrero de 2009

Celda num.4 Chopin y últimas celdas

Partituras originales
Su piano
Una carta, de las muchas que jalonan las paredes de la celda codo con codo con fotos de personalidades que usaron este piano alguna vez

La relación con Sand, fue de instalación difícil. Del primer encuentro quedaron registradas las primeras impresiones que causaron uno en otro, que describirían mejor que nadie ni nada el cariz que tendría la misma.

A finales de octubre de 1836, Frédéric es invitado por Franz (Liszt) y Marie (la condesa d'Agoult) a una reunión de amigos en el Hôtel de France, Sand llega acompañada por sus hijos -los tres de pantalones- y Mme Marliani. Chopin llega acompañado por Ferdinand Hiller. Liszt le presenta a una mujer famosa: George Sand, nom de plume de la escritora francesa Aurore Dudevant. El joven polaco tenía entonces 26 años, y la dama 32 y hasta entonces, él se había comportado discretamente, como una especie de refinado dandi que llevaba una activa vida social en su ámbito.

Al ser presentados, Sand murmura al oído de Mme Marliani. «Ese señor Chopin, ¿es una niña?»

« ¡Que antipática es esa Sand! ¿Es una mujer? Estoy por dudarlo»- comenta Chopin a Hiller saliendo del hotel
Supongo que en nada se parece a como fue en el momento en que ellos vivían aquí
Es chocante el suelo pulido en algunas zonas,desgastado por el uso
En contraste en la celda siguiente el enlosado actual a los pies de una imprenta

Al aproximarse el invierno de 1838 su salud se había resentido, y su médico le aconsejó el clima saludable de las Baleares para mejorarse. Así, el compositor, Sand y los dos niños de ella viajaron a Barcelona, donde se embarcaron en el paquebote «El Mallorquín», que los dejaría poco después en Mallorca.

Allí pasaron el invierno, y allí compuso la mayor parte de sus 24 Preludios op. 28. En la hermosa isla, se confirmó el diagnóstico de su enfermedad: el joven músico había contraído tuberculosis. Dicha enfermedad, catalogada como altamente contagiosa no afectó en absoluto a la escritora y sus hijos, dato este que ha hecho replantearse a algunos expertos el diagnóstico. La posibilidad de que Chopin padeciese entonces algún otro tipo de afección degenerativa de las vias respiratorias no catalogada hasta entonces cobra desde hace unas décadas más fuerza.[cita requerida]

Lo que se suponía un viaje de placer, salud y creación, se convirtió en un desastre: el invierno que se abatió sobre las Baleares ese año, fue lluvioso sin interrupción. La constante humedad no hizo sino empeorar la condición de sus pulmones. En la Cartuja de Valldemosa, G. Sand lo atendió en su dolencia mientras el maestro esperaba la llegada del famoso piano francés Pleyel desde París. En relación a este asunto, y si bien es cierto que la novelista y dramaturga, compañera sentimental del maestro polaco, afirma a las pocas semanas de la llegada a la isla que Chopin trabajaba en sus Preludios Op. 28, el Scherzo en Do sostenido menor Op. 39 y las Polonesas Op. 40, y alguna otra pieza más…no es menos cierto que el mismo Chopin declarase, en su correspondencia desde Establiments, Mallorca (3 de dic 1838 –a un mes escaso del desembarco en Mallorca, y días antes de ser expulsado de "Son Vent", la vivienda donde se alojaban–), a su amigo Juliani Fontana en Paris:"No puedo enviarte el manuscrito [preludios], aún no lo he terminado, he estado enfermo como un perro estas dos últimas semanas" [20 nov-3 dic]…aún no tengo piano…". (14 de dic. desde Palma: "mi piano ha embarcado el 1 de diciembre en Marsella a bordo de un mercante…mis manuscritos [partituras] duermen y yo no puedo dormir". Finalmente el piano francés, exhibido actualmente en el museo Chopin de la Cartuja de Valldemossa, llegó a Palma el 20 de diciembre de 1838, tal como atestigua el propio Chopin (28 dic 1838: "el piano espera desde hace 8 días en el puerto la decisión de la aduana…") Transcurridos 15 días de retención en el puerto de la capital mallorquina a causa de unos trámites burocráticos aduaneros casi insalvables, finalmente el instrumento es transportado a la Cartuja de Valldemossa el 4 ó 5 de enero de 1839 (George Sand, 22 enero: "Después de 15 días de diligencias y esperas pudimos retirarlo [el piano] de la aduana pagando 300 francos de derechos (una cuarta parte de lo que las autoridades reclamaban a la escritora, a juzgar por su correspondencia).[cita requerida] Pudimos desembarcarlo sin otro incidente y las bóvedas de la Cartuja se regocijan. El trabajo de Chopin va desde entonces a buen ritmo y los muros de la celda se sorprenden al oir sus trinos y gorjeos. Te adjunto un paquete de manuscritos de música ya terminados [preludios]", El controvertido instrumento queda, pues, instalado en el monasterio de la Cartuja deValldemossa, en la celda que Chopin y George Sand tenían alquilada de un párroco mallorquin (Antonio Cabrer Verger), la entonces numerada con la cifra 3, actualmente la nº4 según la numeración escriturada con posterioridad a la expropiación de los bienes religiosos que tuvo lugar en 1842. La misma celda (celda es el nombre de los aposentos monásticos) que habitaron desde el 15 de diciembre de 1838 hasta su precipitada salaida de Valldemosa el día 12 de febrero de 1839, víspera de su partida definitiva de la isla de Mallorca a causa de un agravamiento de la dolencia del compositor. El instrumento en cuestión, a la sazón propiedad del fabricante Mr. Camille Pleyel pues había sido enviado para que el maestro pudiese trabajar en condiciones, se convierte, en el momento de la mencionada partida en un inconveniente más: es difícil de transportar y probablemente las tasas de salida sean tan elevadas como las de entrada en la isla. Por todo ello la escritora sondea la posibilidad de su venta en la misma isla. Finalmente en la víspera del regreso al continente y tras una jornada maratoniana de indagaciones, el matrimonio formado por Bazile y Hélène Canut, banqueros de Palma, deciden comprometerse a adquirir el piano, y a hacer efectivo su pago a Mr. Pleyel. Liberando así a Chopin y Sand de esta "carga". Los actuales conservadores y exhibidores de este legado son los herederos de dichos banqueros franceses.

Así pues, el 13 de febrero, a las 15:00 h el famoso grupo de personas se embarcó de vuelta a Barcelona, donde pasó una semana convaleciente bajo los cuidados del médico del vapor de guerra francés "Méléagre". Tras 8 días de reposo se trasladarían hasta Marsella donde esperaba el médico personal del músico, Dr. Cauvières.

Son muy interesantes la obras de George Sand "Un invierno en Mallorca"(en ella, la escritora relata sus vivencias con el compositor durante la estancia en Valldemosa) así como su fecunda y clarificadora correspondencia desde la isla (ed. G. Lubin. tomo IV)

Mallorca posee muchos legados históricos y entre ellos la música ocupa su lugar.

Saludos

MacDubh

4 comentarios:

Kassiopea. dijo...

Interesante la historia de Chopin

Niniel dijo...

Precioso piano.

Anónimo dijo...

Pues no tenía ni idea, wowwww, muy interesanteeee
Por cierto, lo del capítulo de Plumas y lo que tu llamas mensaje subliminal no es tal, xD
Quería hacerte un guiño porque lo de la portada me parece muy buena idea, y por eso quería tener un detalle en el libro con eso...

Mac Dubh dijo...

No te preocupes leinad que yo lo hare encantado aunque reconozco que ahor amismo la lista de espera es considerable.. jejeje