domingo, 21 de septiembre de 2008

¿Te vienes con nosotros a pasear?


Mi jardín.
No hay nada más tierno que la sonrisa de un niñ@ ¿verdad?
¿Y si esa sonrisa viene acompañada de un periodo de dolor?
La verdad es que nunca sabré la verdad de esta historia.. una de tantas que me ha tocado en suerte vivir... Siempre recordaré la voz de ese niño... Con todo, me alegro que el final de esta historia fuese bueno...
¡O eso creo!
Un día nos ingreso a media mañana un niño con el cuerpo lleno de cardenales.
Venía directamente del colegio, según nos dijeron un niño d e14 años le había dado una paliza.
Por otro lado, desde el colegio nos dijeron que el niño venía de casa con los cardenales, con lo cual, se levanto denuncia contra los padres...
El padre apareció y nos amenazo a todo el personal.
Supongo que os podéis imaginar lo que fue...
Mi 1 vez con el, fui a darle la medicación me lo encontré debajo de su cama escondido, asustado...
Me inspiraba tanta pena. Es de esas veces que sientes la necesidad de abrazar a alguien y el decoro no te lo permite.
En el tiempo que estuvo con nosotros, mientras se le realizaron todo tipo de pruebas para determinar la naturaleza de esos cardenales, se fue haciendo entrañable para el personal.
Uff, me estoy emocionando...
Un día me acerqué por que siempre estaba muy solito y le pregunte:
-¿Te vienes a dar la medicación con nosotros?
Y a partir de aquel día, siempre se venía con nosotros a dar la medicación...
Se agarraba al carro y paseaba por la planta....
Un día llegaron los resultados finales, sufría una alteración plaquetaria yeso implicaba fragilidad de capilares y de ahí los hematomas.
¡Nadie lo había maltratado!
Vinieron sus padres y se fue con ellos...
Nunca mas volvimos a verle..
¡Mejor para el!
Saludos
Ya pronto regreso aunque se que acabo de irme para allá...
Sed buenos en mi ausencia, ojala que pueda postear desde EEUU
Macdubh

2 comentarios:

Niniel dijo...

¡Qué historia más tierna! Me alegra que no puera maltratado, pero los problemas sanguíneos también son graves.

Esto me recuerda a una mujer que conocí cuando trabajé con las ambuláncias.

Debia tener cerca de 80 años. Tomaba Sintrom (no sé si se escribe así. Hace que la sangre sea más fluida y cualquier golpecito provoca un gran moratón). El caso es que la trajeron unos compañeros porque se havía caido por las escaleras. Estaba totalmente morada. Me impresionó muchísimo.

Quien no la conociera podría pensar que había sufrido un maltrato físico brutal, pero los que la conocemos sabemos que el marido estaba casi totalmente impedido y era imposible que hubiera sido él.

Me imagino las caras que pondrían en urgencias...

AZAHARA dijo...

Menos mal que al final no sufría maltrato... Ver a un niño sufrir es lo peor, porque lo habitual es verlos llenos de vida y alegres.

Estuve haciendo prácticas de enfermería en la Maternidad de Barcelona y, por una parte, cuando estás con los bebes sanos es muy gratificante, pero cuando estás con los bebitos con problemas... se te parte el alma, están tan indefensos que, como dices, sientes una ganas irresistibles de abrazarlos y darles protección.