sábado, 12 de junio de 2010

Día 2, Castillo de Cawdor (Highlands) ida y vuelta

Moray Firth (Estuario de Moray) tras los árboles, afuera llueve suavemente y nos ofrece una vision diferente a la típica postal
La marea baja, y yo que de haber podido habría ido a chapotear bajo la lluvia, pero nos esperaba el castillo....
Eso si, no me negareis que la lluvia nos ofrece unos regalos inestimables...
Campos de colza
Bosques devastados por la tala, lo cual me hace recordar por que para mi; este sitio también es especial. Estamos al lado del valle de Culloden.... lugar en el que fueron masacrados los clanes en la postrer resistencia contra los británicos. Y concreto para mi, ya que en las novelas de Gabaldon, se relata la batalla y su posterior resultado
Quietud, rebaños recogidos, el silencio de la tarde....¿Cómo debe de ser este tipo de vida?
Una vida sin estrés, sin pautas extremas, solo reglada por las "necesidades del momento y del lugar"
Ya regresando el estuario empezaba a ofrecernos algo de la belleza del otro lado
La tormenta se alejaba y nosotros nos acercábamos a Inverness, debíamos recoger al resto del grupo
Pastos,colza, bosques, agua y un horizonte verde...¡Que envidia!
Ni que deciros que llegamos a Inverness y solo dispusimos de 30 minutos...Nosotros que creiamos que al menos y dado que eran las 18,30 tendriamos de una hora.
Por que aunque no os lo he dicho, allí a las 5 am puedes ir por la calle con tranquilidad, tienes una luz estupenda. Y encima atardece (en estas fechas) a las 9 pm( hora local, misma franja que Canarias) Pensábamos que tendriamos una hora al menos para pisotear la ciudad. Pues no...
Así que mis amigos y yo fuimos a tomarnos unas pintas y a esperar a que el bus hiciera acto de presencia.
No sabíamos donde estaba el hotel...
Hasta eso iba a ser una sorpresa...
Y una aventura,asi que os lo dejo para mañana...
Carlos el Oscuro

2 comentarios:

Niniel dijo...

Me gusta el colorido de los campos, verdes, amarillos, marrones... Todas las fotos transmiten la calma del campo.

Mac Dubh dijo...

Imagina lo que supuso para mi tanta tranquilidad... ¡Y no quería ir!